Sin duda alguna, un hito de la aviación comercial, el Boeing B747, comúnmente apodado “Jumbo”, marcó un antes y un después en el transporte aéreo de pasajeros y carga. La aeronave es también conocida con el apelativo “Queen of Skies” (Reina de los Cielos), siendo inconfundible por algunas características únicas en aviones comerciales de la época, como su piso superior. Su historia comienza cuando la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) propuso la creación de un avión de carga pesado, enviando Boeing un diseño que sería el precursor del 747. Así, como con el 707 y con el KC-135, Boeing esperaba desarrollar un avión que le permitiese ahorrar costos a la hora de diseñar una aeronave comercial procedente de un proyecto militar.
El 747 fue concebido en los años sesenta, cuando los viajes se incrementaban en la conocida como la “era dorada de la aviación”. Esta nueva etapa del transporte aéreo comercial, fue posible gracias a la popularidad alcanzada entonces por el Boeing 707 y el DC-8 de Douglas, que revolucionaron los viajes de larga distancia.
A partir del 18 de mayo de 1964, se estudiaron propuestas procedentes de Boeing, Douglas, General Dynamics. Lockheed y Martin Marietta para la aeronave y sistemas, mientras que las referentes a motores procedían de General Electric, Curtiss Wright y Pratt & Whitney. Tras un primer estudio, fueron seleccionados, Boeing, Douglas y Lockheed para el estudio del fuselaje del avión y sistemas, al tiempo que General Electric y Pratt & Whitney lo eran para las plantas motrices, Lockheed, que había conseguido el contrato con la Fuerza Aérea, empezó su desarrollo con un enorme coste que excedía los 16 billones de dólares.
A pesar de su volumen, el 747 fue diseñado de forma similar a sus “hermanos menores”, el 707 y el 727, para una más fácil adaptación de las tripulaciones, y conseguir una compatibilidad máxima en los aeropuertos. El 747 usa un control de potencia y un sistema avanzado de navegación de manera que sólo tres tripulantes (dos a partir de la versión 747-400) son necesarios para operar el avión. Para utilizar las pistas existentes, el peso estaba distribuido en 5 trenes de aterrizaje, cuatro principales con 4 ruedas cada uno y uno de morro con 2 ruedas.
Juan Trippe, por entonces presidente de PanAm (Pan American World Airways), uno de los clientes más importantes de Boeing, les presionó para que construyeran un avión de pasajeros que duplicara la capacidad del 707. Durante aquel período, la congestión aeroportuaria, empeorada por el ascendente número de pasajeros que debían ser transportados en aviones relativamente pequeños, se convirtió en el problema que Trippe pensaba que podía resolver un avión mucho más grande.
En 1965, Joe Sutter fue trasladado del equipo de desarrollo del Boeing 737 para que controlara y coordinara los estudios de un nuevo avión de pasajeros, cuya referencia ya se había asignado, que sería 747. Sutter comenzó un estudio de diseño con PanAm y otras aerolíneas, para comprender mejor los requerimientos de los clientes. Por aquel entonces, se pensaba que si se podía diseñar una aeronave supersónica para el transporte de pasajeros, un avión como el 747 sería fácilmente superado, o se convertiría en una pieza obsoleta, a lo que Boeing respondió diseñando el 747 de tal forma, que se pudiera adaptar fácilmente como avión de carga, para que su producción fuera justificable si su venta como avión de pasajeros decaía.
El 13 de abril de 1966, PanAm encargó veinticinco 747-100, por un valor de 525 millones de USD dólares, y durante el banquete de la ceremonia de celebración del contrato en Seattle, en el 50º aniversario de Boeing, Juan Trippe, a la sazón presidente de PanAm, predijo que el 747 iba a ser “un gran arma para la paz, que competirá con los misiles intercontinentales en su papel por el destino de la humanidad”, según había dicho Malcolm T. Stamper, uno de los directores del programa del 747. Como cliente de lanzamiento, y debido a la importancia de sus pedidos, PanAm tenía facultades para influir en el diseño y desarrollo del 747, más allá que cualquier otra aerolínea de antes o de ahora. Boeing, PANAM y Pratt & Whitney acordaron, por su parte, desarrollar un nuevo motor, denominado JT-9D para el 747.
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